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Mensaje de la directora de la junta y el presidente
“La asociación de la pobreza con el progreso es el gran enigma de nuestra era”.
El economista político Henry George escribió estas palabras en 1879, pero bien podrían haberse escrito hoy. Está claro que la permanente coexistencia entre grandes riquezas y grandes pobrezas ya no es tan enigmática como antes, gracias a más de un siglo de investigaciones, políticas, experiencias y observación, pero, como lo ilustró George, aún hay una brecha innegable entre “el clan de quienes tienen y el clan de quienes carecen”. Los efectos dispares de la pandemia global han profundizado esta división y la hicieron más evidente.
La observación de George de que la marea creciente de la Revolución Industrial no estaba elevando todos los botes cautivó la imaginación del público estadounidense, y también la del joven inventor y emprendedor John C. Lincoln, quien oyó a George hablar en Cleveland en 1889. John se avino a la sugerencia de que la solución a este problema nocivo residía en una palabra única y sencilla: suelo. Lanzó la Fundación Lincoln en 1946 para promover la educación y la investigación relacionadas con la idea de que los cambios en los impuestos y la propiedad del suelo lograrían abordar las disparidades sociales.
Setenta y cinco años más tarde, ese legado perdura con el Instituto Lincoln de Políticas de Suelo (fundado por David, hijo de John, en 1974, y fusionado en 2006 con la entidad original para conformar una fundación privada). El punto de enfoque se ha ampliado, pero en gran medida el compromiso aún es el mismo: investigar y proponer formas creativas de abordar el suelo como solución a dificultades económicas, sociales y medioambientales.
Contamos con oficinas en Cambridge, MA; Phoenix, AZ; Washington, DC y Pekín, y programas y socios activos en seis continentes. Nos hemos convertido en una organización global con impacto global. Ya sea al enseñar a estudiantes de planeamiento urbano sobre detalles de financiamiento municipal o asesorar a gestores de políticas de América Latina o China sobre financiamiento con base en el suelo; ya sea al convocar a una red internacional de especialistas en conservación o guiar a dirigentes de antiguas ciudades industriales de los Estados Unidos en un proceso de planificación de escenarios, hacemos todo lo que podemos, donde podemos, para promover la efectividad en el uso, la tributación y la administración del suelo. Demostramos que las decisiones que toman las comunidades acerca de políticas de suelo pueden mejorar la calidad de vida de la gente que eligió esos lugares como su hogar.
Vivimos tiempos de incertidumbre, marcados por una tormenta casi inédita en lo político, lo social, lo económico y lo medioambiental. Como sociedad, nos enfrentamos a desafíos complejos que exigen compromisos locales de base y una respuesta global coordinada. En este número especial por el 75.º aniversario, nos complace compartir información sobre el origen de nuestra labor y ofrecer más detalles sobre las soluciones que puede ofrecer el suelo.
Fotografía: Foto aérea del horizonte de Denver al atardecer. Crédito: Stefan Tomic/iStock.
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